martes, 29 de marzo de 2011

Profetizando

Vale, me apunto. Escribiré algo de vez en cuando. ¿El propósito? Se me ocurren dos fundamentales: por un lado me entretengo contando mis tontadas; por otro, encuentro aquí un medio ideal para extender las creencias de la religión verdadera, revelada a los hombres a través del "gran" Profeta Le Petí Gabliné, para que poco a poco este culto se coloque a la altura que merece a nivel mundial.

Gente del mundo, asomaros a la verdad. Chicos, con solo dar toooodo vuestro dinero y alguna que otra propiedad inmueble, podréis formar parte del mundo del futuro. Vestiréis con túnica todo el día, sin gallumbos ni nada, y disfrutaréis del vigorizante trabajo en el campo 16 horas al día. Y mientras, la élite intelectual nos ocuparemos de todo lo difícil, como anotar cuándo se han acabado los yogures para que sembréis más o participar en grandes orgías con las acólitas escogidas. Chicas, ya sabéis vuestros requisitos para formar parte del mundo del futuro (es parecido al gobierno de Berlusconi, pero con mayores de edad).

Y te preguntarás, típico hereje bastardo, qué es lo que diferencia a la religión Gablinetera de todas esas otras religiones que se proclaman como la única y verdadera. Bueno, pues es igual de falsa que las demás, pero mucho más original. Para empezar, nuestro profeta es un hermano siamés a medio formar que vive en un sobaco y es piloto de combate. Sí, ya se que te he convencido, pero aún hay mucho más. Más verdades serán reveladas en otros textos sagrados que aún están por ser inventados. Por supuesto existen desde siempre, desde el origen mismo del universo, que ya me inventaré cómo fue. Pero eso sí, me inventaré la verdad.

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