Para ahorrar gastos en
investigaciones innecesarias, desde Europa se ha sugerido que a
partir de ahora todos los políticos españoles sean imputados de
serie al inicio de su carrera, y así ya podrán hacer lo suyo sin
ser molestados por tonterías. Además sus esposas tendrán que
firmar unos papeles con validez en diferido y para siempre en el que
aseguran que ellas ni idea, que no saben de dónde sale el dinero y
que ese señor que dicen que es su esposo no les suena de nada.
Cuando la prensa ha
preguntado al gobierno sobre su opinión de estas medidas la
respuesta ha sido que no les consta, que todo es falso, pero que
apoyan plenamente a la justicia. Al preguntar a la ministra Mato, por
su parte, se ha quedado sorprendidísima de saber que ella es parte
del gobierno, que no tenía ni idea de dónde venía su sueldo
y que ese señor gallego con barba no le suena de nada. Entonces en
un despiste de la prensa ha desaparecido en una nube de confeti.
El presidente Rajoy ha
sido entrevistado durante una barbacoa organizada por los populares
en la que iban posando uno tras otro con la mano en el fuego, y ha
informado de su preocupación por el mal estado de la ciudadanía.
“Tenemos unos ciudadanos de vergüenza, sobre todo los pobres, les
preocupa más la corrupción y el paro que las cosas como dios manda.
Tenemos que tomar medidas y exigirles responsabilidad. Cada vez hay
más que no trabajan, y eso no le hace ningún bien a mi empresa”.
El ministro Wert ha suspendido a los españoles pobres, y a partir de
ahora en los colegios públicos sólo podrán votar los ciudadanos
excelentes. “No hay votos para todos, tenemos que reducir los
derechos sólo a aquellos ciudadanos excelentes que sean merecedores
de ellos. Pondremos curas en las urnas que elegirán quién puede
votar y quién no”. Después el alma del ministro se ha alimentado
con deleite de los abucheos de la plebe que lleva como politono.
Finalmente la Cospe ha
comparecido para informar de que con objeto de hacer mejores
ciudadanos se creará un nuevo ministerio desde el que se luchará
contra la demagogia terrorista-fascista que asola al país. Carlos
Floriano se pondrá al frente del ministerio en cuanto encuentre las
llaves del coche y consiga atarse los cordones de los zapatos.
Mientras tanto será Paco Marhuenda el encargado de llamar demagogo a
cualquiera que llame al telefonillo del ministerio, no tanto para
ganar tiempo sino para informar al ciudadano con precisión. “Bueno
es que no me dajas hablar, tú lo que quieres es que vuelva la
dictadura de los comunistas que nos mataron a todos, y así mejor lo
dejamos, claro, como la derecha es tan mala...”, ha respondido al
ser preguntado por el nombre que tendrá el ministerio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario