martes, 2 de julio de 2013

Ijnorantes

Soy un ignorante. Ignoro un montón de cosas y sé demasiado poco sobre demasiados temas. También ignoro mucho a mucha gente pero éso es tema para varias entradas, o para ninguna más bien.

Pero ignorar cosas no es algo malo en sí mismo. Lo malo es no saber que las ignoras. Pero aún es aparentar conocimiento. Si sabes lo que no sabes puedes trabajar a partir de ahí, indagar, aprender de gente que sabe más que tú y sobre todo formarte una opinión.

Pero la opinión hay que trabajarla. El conocimiento hay que buscarlo. No vale con repetir como un loro lo que te ha dicho alguien con apariencia de saber sobre el tema y discurso rimbombate y/o técnico, porque pùede estar inventándoselo todo. Escucha a esa persona, acuérdate de lo que te ha dicho e investiga. Y ésa es la parte que suele fallar. Lo de investigar, que es un coñazo. Mucho más fácil lo de repetir lo que te acuerdes y rellenar los huecos con detalles de tu propia cosecha, y sin embargo lo que da conocimiento es investigar.

Que se nos hace cuesta arriba en parte porque desde pequeños la única fuente de conocimiento puesta a nuestro alcance es aprendernos las cosas de memoria y repetirlas en un papel, dejando lo de la investigación de lado y para el que quisiera hacerlo, y después de ocho horas de clase y de aprenderte la lección y hacer los deberes, iba a mirar si éso, que te habías aprendido, es cierto su puta madre. Porque tú te bajabas a la calle (o te echabas una partida al PC). En parte también viene por las presiones sociales; alguien que está constantemente poniendo en duda lo que le dicen, que no da nada por hecho y que matiza y puntualiza todo el rato, acaba siendo catalogado como tocapelotas (¡Hola!).

También se olvida que el conocimiento es objetivo. El conocimiento no son ni creencias ni gustos subjetivos. Sí, os voy a tocar el gusto. Y no me canso de repetirlo: los "creo que" y los "pues a mí me gusta" ni son argumentos válidos, ni son dignos de respeto alguno. Que creas (aquí: creer como fe) no lo hace cierto. Que te guste no lo hace bueno.

Ya existen Estándares Universales. Y estoy hablando de Estándares Universales objetivos, no de algo que le gusta a mucha gente o que está de moda, que sigue siendo algo subjetivo pese a que sea colectivo. Estándares formados a lo largo de siglos de trabajo e investigación objetiva con los que se puede comparar y evaluar algo concreto. Y luego, una vez evaluado ese algo, podrá gustar o no, independientemente de su calidad objetiva.

Y ahora, cada vez es más fácil encontrar esos Estándares para usarlos de base en tu propia búsqueda de conocimiento.

Y por éso me parece aberrante que todavía haya ijnorantes. Ijnorante es el quye te intenta vender una creencia o un gusto como algo verdadero y de calidad, sin haber dedicado tiempo a la evaluación objetiva de esa creencia o gusto.

Por favor, no me intentes vender un grupo como el súmmum de la originalidad, la técnica musical y la poesía de las las letras, cuando Bach, Beethoven, Lorca y Machado ya han nacido y han compuesto su obra.

No intentes venderme una idea política en base a lo que ha dicho Rajoy como la mejor opción cuando te niegas siquiera a conocer las ideas de Marx.

No intentes venderme Ese cuadro como el cúlmen del proceso creativo cuando Velázquez, Picasso y Warhol ya tuvieron el suyo.

Y desde luego, puto gafaspasta ijnorante, no me vendas la mierda de Joyce cuando he leído a Homero.

Y para que conste: Ninguno de los citados como ejemplos de estándares para el conocimiento objetivo me gustan subjetivamente. Y me considero un ignorante en cuanto a música, política, arte y literatura. Y, sin embargo, intento que mi opinión sobre esos temas, sea objetiva. Y poco, a poco soy menos ignorante.

Así que haceros un favor, sed todo lo ignorantes que tengáis que ser. Pero abandonad vuestra ijnorancia.

Y ésto es, tan sólo, lo que yo creo. Y me gusta. Por tanto es verdadera y buena.


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