lunes, 11 de febrero de 2013

¡Hasta luego Bene!


Hemos visto dimitir al Papa antes que a un ministro español. Las malas lenguas dicen que renuncia porque su nombre ha aparecido en los papeles de Bárcenas, esos que Rubalcaba ha falsificado para cargarse a cualquiera que no le guste, y que todo lo que sale en ellos es mentira (“salvo algunash cosash”).

No obstante, el Papa ha afirmado que dimite porque se encuentra sin fuerzas: “hoy las he pasado putas en la séptima serie de sentadillas”, declaraba hace unos días.

Yo estoy un poco confuso. Se supone que el Papa es elegido por Diooooos, que infunde en sus pensamientos directamente su voluntad. Así que se me ocurre que o bien Diooooos se ha equivocado al nombrarle su representante o que el Papa se equivoca al renunciar. Pero Diooooos es omnipotente y por lo tanto no puede equivocarse, y el Papa es infalible (según los cánones del papado) por lo que tampoco puede tomar una equivocación errónea.

De manera que la solución al enigma es sencilla: el Papa ha creado una paradoja que acabará por desmenuzar toda la existencia. La que está liando Rubalcaba.

2 comentarios:

  1. Mariano Fernández Bermejo, ministro de justicia, dimitió tras aquella nefanda cacería, organizada por Bartolomé Molina (PP).

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  2. Esto hay que actualizarlo un poquito ya, ¿no?

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