Hola, hijos míos, soy
yo, Dios. Me he dignado y glorificado de haceros llegar mi palabra a
través de este medio, que es la rehostia bendita. Y teniendo ya
medio y emisor sólo falta el mensaje y que os lo leáis,
desgraciados. Vamos allá:
Ándome preocupado por la
precaria educación que los españoles dais a vuestros infantes, sois
muy permisivos, adónde vamos a llegar. Yo un día que mis hijos se
portaron mal inundé el planeta cargándome a todos esos cabrones y a
todos los seres vivos. Menuda hartá de reír, cómo se agarraban a
los troncos e imploraban por sus vidas los hijos de puta, tragando
lodo a borbotones... pero les perdono. Bueno, que me voy por las
ramas. El caso es que no me gusta tanto fracaso escolar, y me he
dicho pues qué cojones, que la religión cuente para la nota. Así
seguro que todos los padres apuntan a sus hijos a clase de religión
y les quitan de otras mierdas, que a mi nunca me hicieron falta. En
mis tiempos esto no pasaba, yo a todos mis hijos los apunté a
religión para que supieran que como andaran tocándome los huevos me
los apocalipsaba con tres pedos y a otra cosa.
Mano dura, no sirve otra
cosa. Hay que ver, les obligué a sacrificar a sus niños, a violar a
sus hijas, a cortarse el prepucio, les mandé plagas y enfermedades,
les quité la inmortalidad y les condené al trabajo y al esfuerzo y
nada, que se empeñaban en no amarme como yo les amo a ellos... pues
hala, todos los cabrones a nadar. Perdón, otra vez me salgo del tema,
a lo que iba. Tenéis que apuntar a vuestros chavales a religión.
¿Cómo que cuál religión? La de verdad, se entiende, las otras son
solo creencias basadas en mitos fantasiosos sin bases contrastables.
Y es muy poco ético enseñar en un colegio cualquier materia cuyo
contenido sea de dudosa veracidad. La mente humana es frágil y
crédula, y vuestra capacidad muy limitadica... el coste de los
materiales y todo eso, me salía mucho más barato. Diseño
inteligente, dicen... pero si iba de coca hasta las cejas y os hice
el molde inspirándome de un vídeo de unos monos follando! Pero si
llego a saber que os ibais a poner a hacer cabronías en cuanto me
diera la vuelta... ¿Qué pasó con aquello de Sodoma y Gomorra,
panda de degenerados? Ah, no, que vosotros sois otros, a esos me los
reventé con furia divina.
En serio, enseñad a
vuestros hijos religión (la de verdad) o se os irán por mal camino
y cada vez os será más difícil perdonarles. Yo a vosotros os
perdoné, pero para eso tuve que hacer que torturaseis a mi hijo
durante días y que lo clavarais en unos palos hasta que se pudriera
al sol y los pájaros se comieran sus ojos. ¿Os acordáis cuando se
relajaron los esfínteres del cadáver ahí colgado como una
marioneta? Menuda risa, aún le da vergüenza cuando le pongo el
vídeo, la verdad es que lo hicisteis de cojones. Y no resucitó
hasta dos días después, sacrificando un fin de semana entero por
toda la humanidad. Esos son los mensajes que debéis transmitir a
vuestros hijos. Religión y hostias, muchas hostias, rehostias
benditas como panes de gordas, y el futuro de vuestra nación estará
garantizado, hijos de puta.
Bueno pues ahora algún
iluminado que me numere los parrafitos y me edite las palabrotas y
las idas de olla, un par de parábolas de libre interpretación y a
correr.
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