sábado, 15 de junio de 2013

La mala educación se cura con una buena hostia


Hola, hijos míos, soy yo, Dios. Me he dignado y glorificado de haceros llegar mi palabra a través de este medio, que es la rehostia bendita. Y teniendo ya medio y emisor sólo falta el mensaje y que os lo leáis, desgraciados. Vamos allá:

Ándome preocupado por la precaria educación que los españoles dais a vuestros infantes, sois muy permisivos, adónde vamos a llegar. Yo un día que mis hijos se portaron mal inundé el planeta cargándome a todos esos cabrones y a todos los seres vivos. Menuda hartá de reír, cómo se agarraban a los troncos e imploraban por sus vidas los hijos de puta, tragando lodo a borbotones... pero les perdono. Bueno, que me voy por las ramas. El caso es que no me gusta tanto fracaso escolar, y me he dicho pues qué cojones, que la religión cuente para la nota. Así seguro que todos los padres apuntan a sus hijos a clase de religión y les quitan de otras mierdas, que a mi nunca me hicieron falta. En mis tiempos esto no pasaba, yo a todos mis hijos los apunté a religión para que supieran que como andaran tocándome los huevos me los apocalipsaba con tres pedos y a otra cosa.

Mano dura, no sirve otra cosa. Hay que ver, les obligué a sacrificar a sus niños, a violar a sus hijas, a cortarse el prepucio, les mandé plagas y enfermedades, les quité la inmortalidad y les condené al trabajo y al esfuerzo y nada, que se empeñaban en no amarme como yo les amo a ellos... pues hala, todos los cabrones a nadar. Perdón, otra vez me salgo del tema, a lo que iba. Tenéis que apuntar a vuestros chavales a religión. ¿Cómo que cuál religión? La de verdad, se entiende, las otras son solo creencias basadas en mitos fantasiosos sin bases contrastables. Y es muy poco ético enseñar en un colegio cualquier materia cuyo contenido sea de dudosa veracidad. La mente humana es frágil y crédula, y vuestra capacidad muy limitadica... el coste de los materiales y todo eso, me salía mucho más barato. Diseño inteligente, dicen... pero si iba de coca hasta las cejas y os hice el molde inspirándome de un vídeo de unos monos follando! Pero si llego a saber que os ibais a poner a hacer cabronías en cuanto me diera la vuelta... ¿Qué pasó con aquello de Sodoma y Gomorra, panda de degenerados? Ah, no, que vosotros sois otros, a esos me los reventé con furia divina.

En serio, enseñad a vuestros hijos religión (la de verdad) o se os irán por mal camino y cada vez os será más difícil perdonarles. Yo a vosotros os perdoné, pero para eso tuve que hacer que torturaseis a mi hijo durante días y que lo clavarais en unos palos hasta que se pudriera al sol y los pájaros se comieran sus ojos. ¿Os acordáis cuando se relajaron los esfínteres del cadáver ahí colgado como una marioneta? Menuda risa, aún le da vergüenza cuando le pongo el vídeo, la verdad es que lo hicisteis de cojones. Y no resucitó hasta dos días después, sacrificando un fin de semana entero por toda la humanidad. Esos son los mensajes que debéis transmitir a vuestros hijos. Religión y hostias, muchas hostias, rehostias benditas como panes de gordas, y el futuro de vuestra nación estará garantizado, hijos de puta.


Bueno pues ahora algún iluminado que me numere los parrafitos y me edite las palabrotas y las idas de olla, un par de parábolas de libre interpretación y a correr.

No hay comentarios:

Publicar un comentario