Messenger Revisited

Ahora que Microsoft ha retirado el mítico Messenger con el que muchos descubrimos ésto de las relaciones sociales virtuales (de palo, vamos), voy a rescatar una entrada que escribí hace mucho. Aunque el tema es retro y vintage (términos modern para decir viejo de cojones) con leves variaciones se pueden aplicar las observaciones abajo expuestas a cosas tan modernas como Twitter (sección mensaje directo) o el wasa.. wathssa... el chat de los smartphones. Y es que, indistintamente del medio seguimos las mismas pautas y hacemos las mismas gilipolleces una y otra vez.

Si alguna vez habéis tenido messenger, ésto fue lo que hicísteis.

Entre las neblinas de mi mente asocial o a pesar de ellas, tengo la vaga noción de que existe algún tipo de protocolo o etiqueta en las interacciones que se dan en internet (no hablaré de relaciones, que enseguida las mentes vuelan a las sinapsis con efectos fisiológicos y cognitivos.... los sentimientos esos).

Dicho protocolo, tengo entendido, se basa en que existen ciertos momentos y situaciones óptimas para que se produzcan intercambios de messenger, fotos o conectar la cámara web y, en ocasiones, llegar a la interacción cara a cara. Pero siempre he estado aparte y nunca he llegado a aprehender las reglas básicas, ni me han interesado realmente. No porque esté por encima de todo eso y sea muy guay (que lo soy), si no más bien en plan "¡con todos ustedes la empanadilla humana! El ser que no se entera de que sus pies están ardiendo hasta que mira hacia abajo".

Ahora he podido observar, leyendo perfiles y comentarios, un fenómeno que me ha dejado fascinado, pues nunca había pensado en el messenger de aquesta forma. El fenómeno “¿me das tu messenger y seremos más amigüitos?” Y que produce una serie de situaciones muy simpáticas.

Ésto ha sido observado, he de admitir, exclusivamente en interacciones Macho-Hembra heterosexuales ambos (las macho-macho no son tan interesantes, las hembra-hembra, dada mi incapacidad para participar, no las conozco y las homosexuales me la sudan). Y, aventuro, sólo se da en este tipo de interacción.

Viene a ser algo así (Aviso, las motivaciones masculinas me las sé, sobre las femeninas sólo puedo hacer suposiciones, posiblemente equívocas):

Los tíos etiquetados como "salidos", aunque símplemente es que no hayan interactuado a ningún nivel con una mujer en su vida, van a saco y piden el messenger incluso antes de saludar y son rechazados de forma terminante y largados de cualquier otro tipo de contacto- fin de la interacción-
Ej:
- holakierosertuamigomedastumessenger (con variaciones en ortografía y motivaciones quierocibersexo* etc)
-no

Los "cool" son amables, simpáticos, educados y correctos. En realidad están preparando el terreno, buscando la oportunidad en la que sea algo natural el intercambio.
-Ah! ¿no has escuchado la última canción de chimchimichimi? dame tu msn y te la paso... (¿No existe el google? sí, pero así te ahorra trabajo, ¡oooh que amable y atento!)
Digamos que ha pasado el tiempo suficiente y la mujer se encuentra agusto interactuando con el personaje este, además no está al 100% o está mirando cosas que miran las mujeres en inet y va y se lo da. Y entonces la cosa cambia. Parece que, al "conseguir" el msn, se alcanza un nuevo nivel en el que casi todas las frases van con segundas y tira los trastos a dar (generalmente con la excusa de que hablar de sexo y hacer chascarrillos es algo que hay que tomarse con naturalidad). Tarde o temprano -fin de la interacción-

(Hay más tipos, pero no son variables apreciables en este estudio estúpido e inútil)

Es decir, se puede apreciar que se trata el msn como un premio. ¿Por qué? Las mujeres, en general (mujeres, no niñas), son reacias a proporcionar acceso al messenger. Acaso porque en sus peripecias virtuales se han encontrado con trápalas como los anteriores y ahora eligen muy mucho a quién se lo dan... “Sí” diréis, “No” digo yo, porque si no fueran reacias, no existirían estos entes, ya que el messenger no se vería como premio de nada. (ésto es lo del huevo y la gallina esa). ¿Es por mantener el interés, por todo el rollo ese del misterio y no ponerlo fácil? (si te portas bien te dejaré que escribas en mi ventanita).

¿A qué tanta reluctancia? como si fuera algo definitivo e indeshacible (me invento palabras cuando estoy recién levantado, sí)… Les presentamos el comando "Eliminar Contacto":
- Agrégame al messenger
-Va
(una vez ahi)
- Hola
- paso de ti [eliminar contacto]

Ni 5 segundos desde que te das cuenta que pasas a pasar.

El problema viene, realmente, de la propia reluctancia (ahora me doy cuenta que puede que no la este usando bien... pero me gusta la palabreja y me aferraré a ella)**. Y del hecho de la necesidad de coherencia con nosotros mismos y nuestras acciones. Me explico: dejando de lado emociones y excusas del tipo "pobrecillo" "no es mal tío" "tampoco molesta" "está falto de cariño", cuanto más reacios a hacer algo seamos, una vez hecho, tanto más reacios seremos a deshacerlo (y lo mismo pasa con no actuar en concordancia con lo que proclamamos sobre nosotros mismos). Es decir si nos hacemos los remolones al dar la dichosa dirección de correo vinculante, luego nos haremos mucho más los remolones a la hora de eliminar a alguien del programilla de marras (ya que ir en contra de acciones pasadas produce desasosiego cognitivo). Si proclaman firmemente que "no doy el messenger así como así" el que lo consiga sabrá que tampoco será eliminado así como así por molesto que sea.

Esto no es verdad, pensarán aquellas personas que gustan de demostrar su fuerte personalidad. Sí que lo es, pero no se habían dado cuenta hasta ahora. Ah, las trampas de la mente. Ahora se puede poner remedio de la forma más conveniente para cada uno.

Cuán interesante es todo esto ¿verdad que sí?
Pues no: señores, señoras, ñoritas y ñoritos siento comunicarles que todo esto es una gilipollez.
Le están dando a un programa que viene integrado en el Puto Güindous una dimensión que no debería tener.
Piensen un poco a qué le dan tanta importancia ¿Es más íntimo que, por ejemplo, los mensajitos privados de esta página? ¿Es más rápido? Yo he llegado a tardar media hora en contestar a alguien, o bien por tener muchas conversaciones abiertas (en época en que usaba el programa) o bien por que estoy pasando, navegando o porque estoy viendo algo o lo que sea.

¿A qué viene ponerlo en un pedestal, convertirlo en una especie de premio sólo para "esa gente especial"? Realmente se creen que son unos sibaritas messengeros. Piensan que sólo le dan su preciada arroba a los que realmente le aportan algo ¿verdad? Pues vayan a mirar su lista de contactos, vayan, yo les espero.

¿Ya? Bien, todos agregados que, cuando fueron agregados, les aportaban algo ¿verdad? Ya. Ya. ¿Con cuanto de ellos hablan asiduamente? ¿Coinciden con muchos? Sin tener en cuenta los "no admitidos" por rencillas irresolubles pero que No merecen ser expulsados de su vida (¿ein?), Cuántos son del tipo - otia está este conectado, que no me hable... bufff que pereza me da contestarle... Sólo miro el correo y me desconecto que tengo prisa... ah, pues no sé, se me debió conectar sólo al encender el pc, pero no estaba.
Y también tienes a los amigos (los de irse de cañas y quedarse a dormir en su casa y contarles tus penas para que te inviten a más cañas) con los que ni siquiera hablas por que "si es importante, que me llame al móvil"

Después de esto, volviendo a la teoría de la coherencia interna... ¿realmente somos coherentes? ¿Realmente el messenger es un elemento esencial de nuestras interacciones? Ya no digamos de las RELACIONES (fueren del tipo que fueren)

Gracias y buenas noches.

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* Sabiendo que la Cibernética es el implante de maquinaria en seres biológicos, cibersexo me suena a genitales de acero cromado con pistones y válvulas de escape. Y siempre me ha dado algo de repelús.

** Y no, no pienso mirar el diccionario a ver si es el uso correcto.

(Si has llegado hasta aquí, pasa a recoger tu premio y puedes arrancarte los ojos por la desesperación..... ahora)