viernes, 11 de noviembre de 2011

Los payasos de la tele

Estamos en plena campaña electoral. Ya, ya sé que no sabías nada, pero créeme, lo estamos. Una campaña electoral consiste en que unos políticos dicen que lo van a solucionar todo si les votas aunque no van a decirte cómo ni porqué, mientras que otros en cambio dicen que no, que son ellos los que lo van a arreglar todo si les votas, aunque no te dicen cómo ni porqué. Pero cómo, ¿que después de esto aún tienes dudas sobre a quién votar?


Bueno, pues trataré de ayudarte a decidir, pero la verdad es que no sé muy bien cómo hacerlo... bueno, yo creo que lo más importante a la hora de analizar algo, lo que sea, para ver cuál elección es la más correcta, es medir las distintas opciones evitando todo tipo de subjetividad, es decir, intentar valorar únicamente las cosas por lo que son, no por lo que querríamos que fueran. Para esto me viene muy bien el método del doble ciego, pero como parece difícil de aplicar a esta situación nos limitaremos a lo siguiente:

-Debemos pasar por alto todas las alusiones por parte del político o del partido hacia sus rivales, puesto que sólo buscamos juzgar sus ideas por su propia validez, con independencia de la validez de las de sus oponentes. Ya juzgaremos aquellas por nosotros mismos con nuestras propias herramientas y métodos.

-Debemos tratar de no saber a quién estamos oyendo hablar, para no juzgar sus palabras en función de quién habla, sino del valor de lo que dice, para ver si estas ideas se aproximan o no a nuestra propia ideología y punto de vista (más de uno que va de hippie se sorprendería al saber que es más de derechas de lo que pensaba, y también pasa al contrario).


Ya, ya sé lo que estás pensando, al menos en el caso de los dos partidos principales: punto muerto. Haciendo caso del primer punto nos quitamos de un plumazo la inmensa mayoría de declaraciones, puesto que están dedicadas a decir que los otros son peores, o que ellos son mejores, sin aportar nada más. Defienden incondicionalmente a sus aliados, y atacan siempre y sin excepción a sus adversarios, y esto no nos sirve absolutamente para nada porque que es algo dogmático e irracional. Y como no aportan nada más y en el segundo punto se nos dice que no debemos hacer caso de quién es el que habla, aunque nos viéramos tentados a creernos estos argumentos tampoco podríamos valorarlos ni tenerlos en cuenta porque sencillamente no podemos saber a quién insultan o a quién defienden.


Y tras esta primera criba, todo lo que nos queda son mensajes ambiguos y generalistas, y sobre todo idénticos en todas las fuerzas políticas: el paro es malo, hay que crear empleo, los derechos civiles son buenos, la educación es importante, viva la libertad de expresión, hay que llevarse bien con el resto de países, y un sin fin de otros mensajes que no revelan absolutamente nada de lo que quieren hacer. Da la sensación de que están más preocupados en no parecer de derechas, de izquierdas ni de nada de nada, parece que se esfuercen en demostrar que carecen de toda ideología, que no se basan absolutamente en ningún principio político, como si eso nos fuera a asustar y entonces no les fuéramos a votar.


Pues bien, lo que está sucediendo es exactamente eso: que no se les vota, ni a ellos ni a ningún otro. La gente, simplemente, no vota. Y esto es malo. Es incluso peor que la pasta gansa que se gastan los políticos en hacer estas gilipolleces de última hora, esos ridículos mítines y toda esta parafernalia insulsa, decadente, degradante y lo peor de todo, aburrida. Porque no hay nada peor que montar un circo como este y que encima ni siquiera sea entretenido. Bueno sí, hay algo peor: que la gente no vote.


Aún seguimos esperando, amigos políticos, una campaña electoral. O al menos, si se empeñan en seguir así, déjennos un poco más claro cuál es el payaso, cuál el enano y cuál el trapecista, porque desde que inventaron los trajes grises con corbata azul y el tinte rubio ya ni sabemos quién está en el escenario.

2 comentarios:

  1. ¿Qué fué de ese proseletismo acerca de la campaña de Mr. Cthulhu que hacías hace unas semanas?

    http://partidonoeuclidiano.tumblr.com/

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  2. ¿Pero no te has enterado? El partido cthuliano ha sido ilegalizado porque resulta que no era más que la cara política de los peligrosos extremistas gablinoides, ya sabes, esos que usan la violencia para reclamar un horror multidimensional independiente.

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