sábado, 15 de septiembre de 2012

¿Qué tienen en común Batman, el Papa y Gallardón?


Si estás pensando en que los tres son multimillonarios con un sótano secreto desde donde hacer sus cosas sin miradas indiscretas, te equivocas: el de Gallardón sigue en obras. Si crees que se trata de que los tres imparten justicia certera e infalible castigando a los malvados y sembrando la esperanza, te vuelves a equivocar: sólo el Papa y Gallardón son infalibles del todo. Si dices que los tres tienen un disfraz uniformado con el que hacer su trabajo te vuelves a equivocar: el Papa tiene mogollón de modelitos diferentes (pero igualmente apropiados).

En efecto, lo que equipara a estos tres insignes personajes es su medio de locomoción: cada cual tiene un coche propio, personalizado y puntero con el que surcar las duras calles enfrentándose al mal. Echemos un vistazo a estos portentos tecnológicos:

El cruzado oscuro, ese carismático héroe de los tebeos, tiene un cochazo de agárrate y no te menees. Aún así te menearás, porque eso tira millas que da gusto. ¿Cómo y por qué tiene un aparato así? Bien, en primer lugar porque es un personaje de fantasía, y fantástico es por lo tanto su coche. En segundo lugar, este tipo tiene gresca todas las noches enfrentándose a los peores súper villanos que existen, así que realmente necesita su súper vehículo. Y de la necesidad viene el buscarse las castañas, así que tira de talonario y talento para convertir su sótano en el mayor centro de I+D del mundo, creando todo tipo de artilugios. Todo es poco para proteger su querida ciudad.

Por otro lado tenemos al insigne representante del creador del universo en la Tierra. Sí, ya sé que es una sucursal de mierda comparado con lo que hay por ahí fuera, pero a él le mola su trabajo. Este señor no es imaginario, como su compañero murciélago, éste existe de verdad. Además el Papa sí tiene súper poderes, así que no necesita llenar su sótano de maravillas tecnológicas y lo usa para lo mismo que todos los demás, para llenarlo de las cosas que no quiere tener por casa. La diferencia es que en su sótano hay oro, arte y joyas y en el tuyo sólo hay mierda y botes de pintura. El vehículo del yayo divino es toda una obra de ingeniería, que combina seguridad con escaparatismo. No existe otro coche semejante en toda la creación. ¿Cómo y por qué tiene este coche? El creador lo generó de la nada para su yayo favorito, y en las escrituras aparece como vehículo de empresa, así que sale bastante barato y necesita de muy pocas cruces de los contribuyentes. Los cristales son totalmente blindados pero permeables a la bendición, de manera que el cruzado octogenario puede atravesar toda una zona de guerra saludando a diestro y siniestro sin sufrir daño alguno y estar de vuelta en su balcón para saludar una vez más antes de la merienda. Una bendición lanzada en tiro parabólico desde la silla del Papa en lo alto del vehículo puede llegar a los tres kilómetros de alcance efectivo, tres y medio si es en latín, distancia inalcanzable para la mayoría de armas de fuego usadas en entorno urbano. Además es totalmente invulnerable a los demonios, vampiros, brujas y abortistas. El Papa-móvil supone por lo tanto una herramienta fiable, útil y más que justificada en la batalla contra el mal.

Finalmente tenemos a Gallardón. Este justiciero también es real, y es en gran parte una mezcla de los dos anteriores. También lucha contra el mal de los abortistas y apoya el adoctrinamiento infantil, a la vez que imparte justicia vestido de negro. Su vehículo es también una mezcla de los anteriores, en el sentido de que ha sido creado con inversión nula en I+D, como el del Papa, pero es toda una maravilla tecnológica, como el de Bat-man. El secreto es gastar 600.000 euretes en el cochecito, posiblemente el coche oficial más caro del mundo. Es importado, claro está (se trata de un Audi). Pero no son 600.000 euros normales, no te preocupes, son euros de las arcas públicas por lo que no es tanta molestia tener que pagarlos. ¿Cómo y por qué tiene este justiciero semejante carro? El cómo es fácil, se lo pagas tú. Cualquiera podría pensar que es de gilipollas no invertir un puto duro en ciencia y tecnología para después ir a comprar aparatos multimillonarios por el extranjero, pero te repito que no, que gastar dinero público no es gastar de verdad, que se recorta de otro sitio y ya está. El porqué también es fácil: el cochecito mola mogollón.

2 comentarios:

  1. David el gnomo tenía una zorra y no se le criticó tanto. DOBLE RASERO.

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    1. Pero con súper-hábit de setas todo vale. Además era un zorro, se llamaba Swift, y los gnomos no vivían por encima de sus posibilidades.

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