sábado, 28 de mayo de 2011

Zahoríes

Ayer vi en las noticias que unos trabajadores de un ayuntamiento (supongo que serían unos funcionarios) mantenían la teoría de que los campos electromagnéticos de la oficina estaba causándoles serios problemas de salud, ya habían acabado con uno de ellos. De modo que contrataron a un zahorí para que detectara la fuente de su mal y devolviera la paz a su reino.

Como uno es un poco inculto (consecuencia de ser de ciencias, que somos todos unos iletrados y unos "mente-cuadradas") reconozco que no sabía qué era eso de los zahoríes, así que la curiosidad me hizo buscarlo en la red. Quien sufra también de curiosidad que lo haga, y aprenderá que hay algunos seres humanos con capacidades increíbles, capaces de encontrar agua sosteniendo un péndulo y caminando. Hay otros seres humanos, mucho más frecuentes pero igualmente asombrosos, capaces de creerse cosas de las que no saben absolutamente nada. ¿Por qué?

Veamos, tenemos campos electromagnéticos en la oficina. Busquemos "electromagnetismo" en internet. ¿Ya? La primera entrada es nuestra amiga la wikipedia, entremos a ver. Buff... señores serios con barba, diagramas extraños, integrales de flujo, vocabulario alienígena. ¿Por qué es tan inaccesible todo este conocimiento? Porque es preciso, frío, sensato y funcional. No es un anuncio que trata de convencernos de nada, no defiende sus hipótesis, sólo las muestra y las demuestra. No trata de atraernos. ¿Habéis echado un vistazo alguna vez a la teoría de la relatividad especial? Es una de las más grandes obras de toda la humanidad, un descubrimiento que cambiaría nuestra vida para siempre... y es del todo fría, en ningún sitio pone nada sobre su importancia, sobre lo reveladora que es, sobre lo asombroso de su contenido. Sólo expone un par de hechos sobre el universo, como diciendo "a quien le pueda interesar". Y no interesa a casi nadie, seamos francos.

En cambio la cosa es muy diferente cuando buscamos cosas sobre astrología, homeopatía, zahoríes, clarividentes, ufología y otras cosas así. Esto es mucho más interesante, es más llamativo, trata de convencernos y además tiene mucha más lógica. Y nos vemos a nosotros mismos mucho más inteligentes cuando se nos explica, porque lo entendemos. Un señor coge un péndulo y encuentra campos electromagnéticos. ¿Por qué no? Después de todo sería muy pretencioso pensar que ya están descubiertas todas las fuerzas del universo, que todo está explicado, que no quedan misterios, ¿no?

Sí, por supuesto, pero es también pretencioso pensar que el universo es tan gilipollesco como para que cogiendo un péndulo y deseándolo mucho mucho mucho podamos encontrar lo que está oculto. Pero somos pretenciosos. Y nos atraen estas cosas. ¿Te imaginas un universo así, lleno de fantasmas, aliens, gente con poderes, cartas adivinadoras y gente con telekinesis? ¡Como en la tele! La cultura popular es una nueva forma de superstición que está haciendo estragos entre la gente de supuestamente una educación de cierto nivel. Decimos sin avergonzarnos que creemos en esto o en eso otro, y nos enorgullecemos de tener una mente abierta. ¿Abierta? Vuelve a leerte la entrada de "electromagnetismo" de la wikipedia. ¿Lo entiendes ahora? ¿No? Tu mente no está lo suficientemente abierta, no si no puedes considerar lo que no entiendes. Y todos entendemos eso de las cartas que adivinan el futuro, es sencillo: un señor echa unas cartas y sus poderes mágicos le dicen qué te va a pasar a cambio de dinero. Explica ahora ese rollo del electromagnetismo... ¿que una carga eléctrica radia energía al ser acelerada creando un campo eléctrico perpendicular a otro magnético, ambos oscilando en el espacio y en el tiempo? Esto es mucho más difícil de tragar. Y mucho más raro, porque no tiene nada que ver con nosotros, que somos el ombligo de nuestro de nuestro universo. ¿Cómo afectan esos electrones e a mi futuro, a mi carta astral, a mi personalidad? Bueno, como esos campos son invisibles se prestan a ser también mágicos... llamemos a un zahorí.

La explicación a todo esto, en mi opinión, nos la da nuestra imaginación. Es mucho más fácil imaginar monstruos, adivinaciones, poderes ocultos, dioses y todas esas cosas que imaginar lo que nos sugieren las matemáticas, de naturaleza mucho más abstracta todavía, mucho más sutil. Pero infinitamente más bella y elegante. El problema es que aceptamos desde pequeños que saber matemáticas es otra especie de súper poder que sólo algunos tienen (un poder muy aburrido, además). Es útil cuando queremos tener mejores teléfonos móviles y ordenadores, pero un lastre cuando nos dice que somos idiotas por creer en los zahoríes. Pues tengamos la mente lo bastante abierta como para darnos cuenta de que somos imbéciles. Y pretenciosos, tanto que si no nos gusta cómo nos dicen que funciona el universo, escogemos creer que funciona de otra forma. La ciencia dice que el universo es complicado, extraño y que requiere profundas reflexionas y ejercicios de humildad; la pseudo-ciencia nos dice (y con anuncios atractivos) que el universo es mágico, simple, explicable y comprensible. Y nos creemos con el súper poder de poder elegir cómo es el universo, así de abierta tenemos la mente. Una vez más citaré a Richard Feynman:

"Hay otro tipo de cosa que no entendéis, queriendo decir: no me lo creo, es demasiado descabellado, es el tipo de cosa que simplemente no voy a aceptar. Con esto espero que estéis conmigo y tenéis que aceptarlo porque es así como funciona la naturaleza. Si queremos saber el modo en que funciona la naturaleza, la miramos cuidadosamente, observándola y... ese es el aspecto que tiene. ¿No te gusta? Pues vete a otra parte, a otro universo donde las reglas sean más simples, filosóficamente más agradables, psicológicamente más fáciles. No puedo evitarlo ¿vale? Si voy a deciros honestamente como parece ser el mundo para los seres humanos que han luchado tan duro como han podido para entenderlo, sólo puedo deciros el aspecto que tiene."

"No tengo que 'tener' una respuesta. No me siento aterrorizado por no conocer cosas, por estar perdido en el misterioso universo sin tener ningún propósito; que es el modo en el que la realidad es, hasta donde puedo decir, posiblemente. Esto no me aterra."

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